Anestesia. Generalmente se realiza bajo anestesia local y sedación intravenosa, de tal modo que la paciente no siente molestias ni dolores y tampoco tiene que ver u oir nada de lo que se hace, y el despertar es suave gradual y sin nauseas. Requiere eso si, guardar una ayuno de una 8 hrs. Es ambulatoria sin ingreso en clínica.
Infiltración. La sedación coloca a la paciente en un estado de sopor, inconciencia y bienestar, pero no anestesia, por ello hay que realizar unas infiltraciones con anestésico local en cada zona que se va a intervenir (foto 1).
Técnica. A través de pequeñas incisiones en sitios fáciles de camuflar, se introducen unas finas cánulas de formas y calibres diferentes según la zona que va a intervenirse (foto 2). Las cánulas están conectadas a un equipo de presión negativa que se activa a través de una bomba de vacío. Las cánulas se introducen y se van moviendo rítmicamente sobre la zona en varias direcciones y dependiendo de lo que se pretenda a profundidades diferentes (foto 3). El vacío provocará la aspiración de los adipocitos (foto 4). La lipoaspiración la vamos realizando por zonas, primero un lado (foto 5) y luego el opuesto para que se puedan comparar. Una vez acabada se cierran los puntos de entrada de las cánulas (foto 6).
Hay otro tipo de liposucciones que combinan el principio de la lipoaspiración con el ultrasonido para licuar la grasa y disminuir el sangrado. Estas técnicas tienen su ventajas e inconvenientes y hay que plantearlas personalmente