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Glúteos


Hay una zona anatómica en el cuerpo humanos cuyos cánones son los mismos para ambos sexos: Los glúteos. Su belleza radica no sólo en los propios atributos de los glúteos como una musculatura glútea firme y con cierto volumen, una piel tersa, unos pliegues glúteos marcados, el entorno de dichos glúteos es así importantísimo. Influye mucho, por ejemplo:

  • La curvatura lumbar convexa, es decir “metida hacia adentro” que se combina con una curvatura sacra cóncava (es decir curvada hacia fuera). La combinación de ambas curvaturas da el aspecto de glúteos prominentes.
     
  • “Espacio diamante”, este espacio virtual con una forma romboidea, está enmarcado por los bordes inferiores de las nalgas (deben ser hacia fuera y hacia abajo) y por los bordes superiores del muslo (salen separados de las ingles y se juntan a pocos centímetros. La existencia de este espacio bien conformado, contribuye muchísimo a la estéyica global de la zona glútea.
     
  • Triángulo sacro es el  espacio sobre el hueso sacro de forma triangular que está en donde acaba la espalda y empieza el pliegue interglúteo. Debe se liso y sin grasa para remarcar las inserciones del glúteo en sacro y caderas.
     
  • Perfil exterior, hace referencia a las zona que delimitan los glúteos por sus caras laterales. Mas conocidas como “pistoleras”, estas zonas deben tener un contorno suave.


La importancia y estética de la zona glútea está muy sujeta a los cánones de belleza de cada sociedad. Aunque en la nuestra unos glúteos “ideales”  se definen como redondos, tersos, pronunciados y consistentes, de tamaño que no sobrepasen la anchura del tórax superior, en otras culturas, son las grandes caderas con glúteos muy prominentes y mucho mas anchos que el propio tórax. La “esteatopigia” (acúmulo exagerado de grasa sobre los glúteos) es muy apreciado en Africa.